El arte efímero como una forma de vida
Este tapete se encuentra ubicado a un costado del Museo Regional de Guerrero.
Los artistas de todo el mundo buscan siempre prevalecer en el tiempo, siempre con sus obras o creaciones. ¿Ejemplos?, los museos del mundo están llenos. Otros, basan su vida en eso, en lo efímero. Quizás no buscan el reconocimiento mundial, si no exponer su obra al público.
“Lo más difícil es hacerlo muy simple”, Christo Vladimir Javacheff, quien baso su obra en eso, en arte efímero.
En muchas ciudades de México, se practica esta actividad, de hacer petates en el piso para vestir alguna celebración patronal, como Huamantla en Tlaxcala, Uriangato en Guanajuato o en Tlapa en Guerrero.
Esta actividad consiste en la exposición (sobre todo en vías públicas, como calles, callejones o andadores) de tapetes de aserrín, pintado de colores, formando diversas figuras, por lo general de carácter religioso-católico.
Otros materiales que se utilizan, incluyen pétalos de flores y flores completas, agujas de pino, arroz, frutas, tierra con colorantes, cenizas y otros materiales, por lo general orgánicos.
El aserrín se limpia, se empapa en agua tintada y luego se deja secar. En el pasado se usaban tintes naturales como el índigo, cáscaras de almendras, etc., pero hoy en día es más común usar tintes comerciales. Cuanto más fino y compacto sea el aserrín, más liso será el trabajo terminado.
La mayoría de los tapetes tradicionales comienzan con una capa de aserrín sin teñir esparcida en un marco de madera para suavizar las superficies rugosas como las calles pavimentadas con piedra, y luego rociadas con una capa ligera de agua.
En ocasiones se utilizan otros materiales como arena para la base. Luego, los diseños se colocan encima.
En calles lisas y otras superficies, el diseño se puede dibujar con tiza para después rellenarse con los materiales. Hay dos formas de crear el diseño, con el uso de moldes o esténciles y a mano alzada, rociando y colocando el material de color.
La realización a mano alzada toma más tiempo y requiere más habilidad que con el uso de moldes que permiten diseños muy definidos y complicados. Una vez terminada el tapete, se rocía un poco de agua para fijar el aserrín en su lugar y evitar que los colores se desvanezcan.
El día de ayer a media noche, se comenzó con la elaboración de un tapete alusivo al “Festival de los Muertos”. Este tapete lució muy bien toda la mañana del sábado 29 de octubre, pero, la lluvia que comenzó después del medio día, fue decolorando el tapete.
Lo efímero, es una constante en este tipo de arte.
Foto: Miguel Benítez.