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Cómo ser un apoyo efectivo para quien lucha contra el cáncer

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El diagnóstico de una enfermedad como el cáncer puede ser devastador. Quienes rodean a la persona afectada deben saber que no existe una única forma adecuada de acompañarle.

Una de las situaciones más complejas que alguien puede experimentar es recibir el diagnóstico de una enfermedad seria, como el cáncer. En esos momentos, la red de apoyo conformada por familiares, amigos y profesionales de la salud, podría facilitar el proceso de asimilación y de afrontar dicho diagnóstico.

Quienes rodean a él o la paciente, deben recordar que hay diferentes formas de acompañar a alguien en esta situación, ya que cada persona reacciona de manera distinta, explicó la maestra Ivon Guerrero Ceballos, directora de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali.

En ese primer momento en el que quizá la red de apoyo busca actuar de inmediato, el o la paciente es quien marcará la pauta respecto a dar el siguiente paso, sus necesidades apremiantes y la forma en la que se le puede apoyar. Para ello, hay que tomar en cuenta, por ejemplo, el avance de la enfermedad, las implicaciones del tratamiento y las otras situaciones de vida de la persona.

La evolución de las emociones

La duda, el enojo, la tristeza y la negación, son emociones que la persona diagnosticada puede experimentar. Estos sentimientos son parte de un proceso que permite identificar las acciones más convenientes y elaborar un plan para enfrentar junto a ella la enfermedad.

“Es importante validar cada una de las emociones experimentadas, los temores, incluso el enojo o la tristeza ante el padecimiento, pues forman parte del proceso en el que la persona elabora un plan de acción para poder atender su enfermedad”, añadió Ivon Guerrero, recordando que el tiempo para asimilar la noticia y procesar lo que vendrá, es variable.

En ese proceso, la comunicación directa y sincera es esencial. Es importante no minimizar lo que la persona siente, y evitar ponerla en un estado de vulnerabilidad excesiva o caer en el error de ocultarle información sobre su estado de salud, pues merece respeto en sus puntos de vista y en sus decisiones sobre cómo llevar su tratamiento.

“Siempre habrá días buenos y días malos, no todo lo que vive la persona con cáncer está ligada al padecimiento, pues las actividades cotidianas y circunstancias de la vida siguen su curso”, señaló la directora, por lo que es importante fomentar, pero no imponer actitudes positivas.

De hecho, sugerir que el o la paciente mantenga una actitud positiva puede ser irreal y contraproducente, motivándole al hermetismo y a callar acerca de su estado emocional.

“Como familiar, pareja, amigo o miembro de la red de apoyo de una persona con cáncer, lo mejor, de manera general, es decirle “estoy aquí, no sé qué necesitas ni cómo lo necesitas, pero estoy en la mejor disposición de acompañarte, ayudarte y escucharte. No es necesario mantener una actitud triunfante o libre de miedo, al contrario, lo mejor es empatizar con las fluctuaciones en el estado de ánimo de alguien que está aprendiendo a establecer una relación con su padecimiento y con el tratamiento para vencerlo”, concluyó la especialista.

Foto: Cortesía.