La biomimética, una forma de diseñar espacios innovadores
Con la constante preocupación por el cambio climático y una población en crecimiento, se presenta como una herramienta que hace frente a estos problemas mundiales.
La arquitectura está en constante búsqueda de nuevas formas para adaptar espacios mejorando su funcionalidad y su estética. Dentro de las innovaciones arquitectónicas encontramos la biomimética, también conocida como biomímesis, una disciplina que abarca la ciencia, la ingeniería y el diseño,con una fuerte relación con el estudio de la naturaleza.
Elena González, colaboradora de ESDESIGN, perteneciente a Planeta Formación y Universidades, detalla que la biomimética se define como “el proceso de imitar, emular o inspirarse en los sistemas, procesos y elementos de la naturaleza para resolver problemas humanos”.
Para llevar esta técnica a cabo, los interesados hacen una observación detallada de la naturaleza, en donde encuentran inspiración, dando por resultado la Arquitectura Biomimética. De acuerdo con la especialista, los arquitectos buscan en la naturaleza soluciones para mejorar la eficiencia energética, la resistencia estructural y la estética de edificios, “por ello, cuando integramos los principios de la biomimética en el diseño, se pueden crear espacios y productos visualmente impresionantes, así como funcionalmente eficientes y respetuosos con el medio ambiente”.
Y es que muchos de los problemas en las urbes en la actualidad se deben al desgaste de recursos energéticos y el uso de suministros contaminantes generados para la construcción de inmuebles, a lo que se suma el alto costo en mantenimiento.
Ante ello la arquitectura biomimética tiene por objetivo adaptar los proyectos constructivos al medio ambiente, con ayuda de materiales más sustentables y con inspiración en una naturaleza que ha sido resiliente en la medida en que hemos abusado de sus recursos. De usar constantemente la biomimética, podríamos crear ciudades inteligentes que fomenten la preservación y las características propias de una región, disminuyendo nuestro impacto en el entorno.
Ejemplos de aplicaciones exitosas en la biomimética
● Un ejemplo de esta corriente de la arquitectura es el proyecto “Torre de la Vida”, una construcción prevista para África, cuya forma es similar a la de un enorme tronco y cuya fachada estará compuesta por tierra impresa en 3D, que funcionará como un sistema vivo, ya que se mantendrá por sí misma, sin causar un grave daño al medio ambiente.
● Otro ejemplo que nos pone sobre la mesa Elena González son las torres de enfriamiento, “las termitas construyen sus nidos de manera que mantengan una temperatura constante, a pesar de las fluctuaciones externas. Inspirados por este fenómeno, los arquitectos han diseñado torres de enfriamiento que imitan los nidos de las termitas. Estas torres utilizan corrientes de aire naturales para regular la temperatura interior, reduciendo así la necesidad de sistemas de enfriamiento artificiales”.
La regla de oro para el uso de la biomimética es la sustentabilidad. Ambas van de la mano en el sentido de imitar los procesos y sistemas de la naturaleza, lo que significa que se pueden diseñar soluciones que sean respetuosas con el medio ambiente, desde la reducción del consumo de energía, hasta la conservación de los recursos naturales, “la biomimética ofrece un enfoque holístico para abordar los desafíos ambientales actuales”, detalla la especialista.
Con el cambio climático presente y la necesidad de desarrollar urbes más amigables con el medio ambiente para una población en constante crecimiento, las luces apuntan a la biomimética como la herramienta capaz de abordar estos desafíos medioambientales y sociales “La capacidad de la naturaleza para adaptarse, evolucionar y encontrar soluciones eficientes a lo largo de millones de años de evolución ofrece conocimiento para la innovación. Si se usan los principios de la biomimética en campos como la arquitectura, la ingeniería y el diseño industrial, podemos crear productos y sistemas eficientes, regenerativos y en armonía con los ecosistemas naturales”, explica Elena González.
Desafíos para la implementación de la biomimética Si bien esta herramienta ofrece un enorme potencial, también afronta desafíos importantes, ya que pasar de los principios biológicos a aplicaciones prácticas requiere de un profundo entendimiento interdisciplinario y la colaboración entre científicos, ingenieros, diseñadores y biólogos.
Además, para que realmente sea funcional, es importante considerar los impactos que una construcción basada en la biomimética tendrá a largo plazo en los ecosistemas y en las comunidades humanas, así como el cambio cultural, la formación continua de los expertos y una conciencia pública sobre los beneficios y las oportunidades que ofrece esta herramienta.
La biomimética ofrece soluciones a los desafíos actuales, pero también promueve un cambio fundamental para la forma en que interactuamos con nuestro entorno. Gracias a su enfoque basado en la naturaleza, el diseño y la innovación, tiene el potencial de transformar la relación con el mundo natural y construir un futuro más resiliente y equitativo para todas las especies.
“Los principios biomiméticos inspiran soluciones creativas y eficientes a muchos desafíos. Nosotros tenemos la responsabilidad de abrazar y promover la biomimética en todas sus formas, contribuyendo así a la construcción de un mundo mejor para las generaciones presentes y futuras”, finaliza Elena González.
Foto: Especial