Cada año más de 24 millones de trabajadores están expuestos al calor excesivo en algún momento de su trabajo, lo que representa 70.9% de la fuerza laboral global.
Este fenómeno psicológico puede traer consecuencias, por ejemplo, en el ambiente laboral, de limitar el crecimiento dentro de la empresa, o incluso a los jóvenes, dentro del área académica.