¿Tristeza permanente o Distimia? Identifica las señales de una posible depresión prolongada
Emociones como la tristeza, la apatía y el desinterés puede ser síntoma de un trastorno de depresión persistente llamado distimia y que afecta alrededor del 6% de la población mundial.
Emociones como la tristeza, la apatía y el desinterés prolongado por las actividades habituales, dentro de un lapso mayor a dos años, puede ser síntoma de un trastorno de depresión persistente llamado distimia y que afecta alrededor del 6% de la población mundial, de acuerdo con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Este tipo de depresión genera en quienes la padecen un sufrimiento que altera su capacidad para llevar a cabo las actividades laborales, escolares y familiares.
Aunque tienen en común el sentimiento de tristeza, vacío o irritabilidad, lo que marca la diferencia entre la depresión y la distimia es la duración de los síntomas, explicó Emmanuel Rodríguez, docente de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali.
Cuando los síntomas depresivos son longevos, es posible que se pueda diagnosticar la distimia, es decir, una forma crónica de depresión en la que se identifica ese estado de ánimo la mayor parte del día. Tanto adultos como niños y adolescentes pueden padecerla.
Los factores de riesgo de la distimia son diversos e implican desde el temperamento de las personas, el ambiente donde crecen, así como predisposiciones genéticas y fisiológicas.
Tener poco apetito o sobrealimentación, insomnio o exceso de sueño, poca energía o fatiga, vivir con baja autoestima, o presentar falta de concentración o dificultad para tomar decisiones y sentimientos de desesperanza, son señales de alerta frente a un posible cuadro de distimia.
Padecer o convivir con la distimia puede ser una experiencia desgastante, agregó el Experto CETYS. En ocasiones, las personas afectadas dejan pasar mucho tiempo antes de buscar ayuda profesional. “Lo mejor que podemos hacer es confiar en los profesionales de la salud mental, ya sea de manera privada o a través de centros de atención pública o educativas, haciendo el esfuerzo de vencer el prejuicio o creencia que en ocasiones se tiene respecto al acudir al psicólogo y psiquiatra”.
Una vez que se da el primer acercamiento con un profesional de la salud da inicio el plan de acción de la mano de una red de apoyo conformada por personas cercanas al paciente.
El tratamiento psicológico es un proceso no lineal de acompañamiento y, en ocasiones, es prolongado. Sin embargo, “hablar de la distimia es contribuir a comprender y concientizar sobre un tipo de depresión que muchas personas padecen, además de prevenir y ayudar a encontrar un manejo más eficaz de los síntomas”, concluyó el docente.
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