El crecimiento de la IA en educación es acelerado, con un mercado nacional que proyecta una tasa del 36.6% anual hasta 2030, obliga al sector educativo a actuar con rapidez, pero también con responsabilidad.
Es fundamentada en la ética, la libertad, el diálogo y el acompañamiento, es un pilar esencial para el éxito educativo, trascendiendo la mera transmisión de conocimientos.