Concierto de “Mil Flores”, uno muy íntimo y familiar
Lo ofreció la mezzosoprano Nora Castañón en Acapulco.
Fue una tarde un tanto caótica, entre marchas, tráfico y el suspenso del restablecimiento del servicio eléctrico en la zona. Por fortuna todo fluyó, se restableció el servicio de luz y el público fue llegando al Centro Cultural Rosalba Olvera, hasta llenarlo.
Fue en ese momento, en que apareció la mezzosoprano acapulqueña, Nora Castañón, para ofrecer el concierto denominado de "Mil Flores", con un programa compuesto con música de Händel, Gluck, Puccini, Mascagni y música mexicana.
Para este concierto, contó con el acompañamiento del violinista Farid Nava y del pianista Rodolfo Loredo, además, en la dirección musical, el maestro Paris González.
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En la primera parte del programa, en el cual la mezzosoprano se ofreció hasta conmover a su público, interpretó las óperas “Rinaldo” de Händel; “Dido y Eneas” de Purcell; “Paris y Elena” de Gluck; “Thais” de Massenet, esta fue interpretada en un dueto entre Farid Nava y Rodolfo Loredo; “L’Amico Fritz” de Mascagni; “Samson and Delilah” de Saint-Saëns y para terminar la primera parte del programa con la Ópera “Carmen” de Bizet.
Después del intermedio, siguió el concierto con la interpretación de Intermezzo por parte de Rodolfo Loredo; al termino, ingresa de nueva cuenta la mezzosoprano al recinto para interpretar “Lamento gitano” y “Te quiero, dijiste” de la autoría de María Grever; seguido de “Dime que si” de Alfonso Esparza Oteo y para terminar con “Un poco más” de Álvaro Carrillo, la cual antes de interpretarla, se las dedico a sus padres, que estaban presentes en el concierto.
Al escuchar la última frase: ¿Por qué te vas? el público ofreció un largo aplauso de pie; este gesto conmovió a la mezzosoprano y a los músicos que le acompañaron.
Aun conmovida, ella agradeció a los músicos por su acompañamiento, al director musical, al Centro Cultural por abrir su espacio a este concierto, y por último al público que llenó el lugar y anunció que este sería el primero de varias presentaciones.
Cabe resaltar que para este concierto, no fue utilizado el uso de micrófonos. La fuerza de las cuerdas del violín, piano y la voz de la mezzosoprano bastaron para que se escuchará perfecto en todo el recinto.
Foto: Miguel Benítez.