¿Cuándo inicia la Semana Santa y dónde hay que estar?
La ciudad de Tlaxcala tiene opciones para los que desean vivir la espiritualidad y también para aquellos que buscan experiencias relajantes.
Hay gente que en la Semana Grande gusta salir de paseo, cambiar de aires, poner la mirada en escenarios diferentes. Pero también están quienes prefieren “guardarse” siguiendo la tradición de su religiosidad, que son dados a celebrar más interiormente.
La buena noticia es que para ambos perfiles de personas hay un sitio ideal en Semana Santa: la ciudad de Tlaxcala.
¿Cuándo empieza la Semana Santa?
En el centro del país, muy cerca de la Ciudad de México y de la capital poblana, Tlaxcala Capital tiene todo lo necesario para quienes hacen planes que pueden empezar desde la tarde del jueves 30 de marzo, puesto que el viernes 31 los estudiantes de educación básica no tendrán clases. Ojo, papás y mamás.
Así, se puede hacer un programa personal, en pareja o familiar para ligar ese fin de semana con el de la Semana Santa, que como tal inicia el llamado Domingo de Ramos, 2 de abril, y culmina con el Domingo de Resurrección, el 9 de abril.
Católicos, hay Ruta de la Fe en Tlaxcala
Hay casi 98 millones de mexicanos que dicen profesar la religión católica (Censo del Inegi 2020), es decir, el 77.7% de la población. Pero cada quien tiene diferentes maneras de ejercer su fe. Para aquellos que desean rodearse de un ambiente místico, Tlaxcala ofrece joyas arquitectónicas con rica historia religiosa.
El más célebre es el Conjunto Conventual Franciscano y Catedralicio de Nuestra Señora de la Asunción, compuesto por una catedral, su torre y la capilla abierta que se sitúa en el centro de Tlaxcala Capital y que desde 2021 está en la lista de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.
Pero hay muchos más templos, construidos por órdenes de frailes –franciscanos, sobre todo– y artistas locales de los señoríos de Tlaxcala que completan el circuito de visita de casas religiosas.
Por ejemplo, la bella y churrigueresca Basílica de Ocotlán y Camarín de la Virgen de los siglos XVII - XVIII; el Pocito de Agua Santa, donde la historia cuenta que se apareció la Virgen María al indígena tlaxcalteca Juan Diego Bernardino; la Capilla del Vecino, que permite observar en panorámica a Tlaxcala Capital, o la muy antigua Capilla de San Nicolás Tolentino, construida con piedra de xalnene y adobe.
Por cierto, en las cercanías de la ciudad de Tlaxcala hay varios poblados donde se suele tener representaciones de la Pasión de Jesús. Basta hospedarse en alguno de los varios hoteles de la capital estatal y a escasos kilómetros a la redonda será posible hallar bíblicas puestas en escenas.
Arte, comida y relax en Semana Santa
Si bien los templos religiosos son un must para los turistas que visitan la capital tlaxcalteca, esta ciudad tiene mucho más que ofrecer.
La primera parada obligada es el Palacio de Gobierno, donde en su planta baja y cubo de la escalera es posible admirar una obra maestra del muralismo mexicano, realizada por el artista tlaxcalteca Desiderio Hernández Xochitiotzin durante 40 años: Historia de Tlaxcala a través de los tiempos y su aportación a lo mexicano, que está a la altura de las grandes de Diego Rivera o José Clemente Orozco.
Desde luego nadie puede perderse un clásico de la ciudad, que ha vivido mil historias y que es parte del alma tlaxcalteca desde el siglo XVIII: la Plaza de Toros Jorge Aguilar “El Ranchero”, que se distingue fácilmente al estar al lado de la torre campanario del Conjunto Conventual Franciscano. La combinación arquitectónica de ambas edificaciones es fascinante.
Luego, y sin tener que desplazarse a sitios muy lejanos, toca recorrer varios recintos que hablan de la importancia de la larga tradición, historia y costumbres del territorio que sentó el origen de la mexicanidad. Basta visitar museos como el Regional de INAH, el Vivo de Artes y Tradiciones Populares, Museo Miguel N Lira, el de la Memoria, Museo de la Plástica o el Museo de Arte de Tlaxcala para comprobarlo.
Foto: Cortesía.