Embarazo y emociones: estos son los principales cambios ligados a la gestación
En un período de unas 40 semanas el cuerpo de la embarazada vive cambios físicos dramáticos directamente ligados a sus emociones.
Vivir un embarazo implica una serie de cambios físicos, sociales y emocionales que, aunque forman parte de un proceso considerado como común, para cada mujer representa una experiencia única; incluso, para una misma gestante, cada embarazo es diferente.
En un periodo de unas 40 semanas el cuerpo de la mujer vive cambios físicos dramáticos directamente ligados a las emociones que vive durante esa etapa. “Desde el momento de recibir la noticia del embarazo hay una percepción respecto a ello y una serie de expectativas que se presentan; expectativas que también podrían compartirse con la red de apoyo de la mujer”, indicó la maestra Ivon Guerrero Ceballos, directora de los programas de Licenciatura y Posgrado de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali.
Entendiendo como red de apoyo a toda persona que representa un soporte emocional para la embarazada, este grupo tiene una gran influencia en la forma en la que vivirá su proceso de embarazo y en la manifestación de distintos estados emocionales, por ejemplo:
Felicidad: Es una emoción que se genera cuando la llegada de un miembro más a la familia es motivo de alegría.
Ansiedad: Tantos son los cambios que se viven que, el pensar en temas como el día en el que el bebé nacerá, si llegará con salud, si se tendrá la capacidad de atenderlo debidamente y todos los preparativos para su llegada pueden ser causantes de ansiedad.
Cansancio: Cada semana que pasa del embarazo puede puede volverse un desafío para la mujer, pues sus movimientos tienden a ser más lentos ya que el peso tanto de ella como del bebé crecen, generando dificultad para desplazarse. También, conciliar el sueño cuando no se encuentra una posición cómoda para ambos tiende a ser complicado, generando un gran cansancio.
Incertidumbre: Cuando el embarazo se presenta en condiciones que no fueron las ideales para la mujer, o bien, no contaba con los recursos económicos y/o emocionales para ello, la incertidumbre puede ensombrecer la gestación.
Gratitud: Una mujer embarazada puede sentir gratitud por la nueva vida que gesta y por todo el apoyo que recibe por parte de sus familiares, amigos, compañeros de trabajo, entre otros.
Las expectativas propias de la mujer, por ejemplo, la de recuperar la forma de su cuerpo en poco tiempo después del nacimiento de su hijo, o sobre amamantar al recién nacido por cierta cantidad de tiempo, también pueden ser generadoras de presión y estrés.
“La sociedad puede generar una gran presión para la mujer en los temas de embarazo, lactancia y crianza; es una etapa en donde la mayoría de las personas tienden a opinar o dar sus consejos sobre el tema, que en ocasiones son adecuados, pero en otras no”, Guerrero Ceballos.
Informarse acerca de todos los cambios que ocurren en el proceso de embarazo es relevante para sensibilizar a las personas que forman parte de la red de apoyo, pues los ayuda a comprender los diferentes estados emocionales que experimenta la mujer. Por eso, si desconoces algo sobre el embarazo no dudes en preguntarle, puesto que es a través de la comunicación asertiva entre ambos como pueden generar aprendizaje y empatía sobre este proceso.
“La comunicación es fundamental para generar empatía y comprensión, por lo que es importante tener estos momentos y espacios de reflexión para ayudarlas en esta etapa. También es importante que la mujer pida apoyo cuando así lo necesite”, concluyó la especialista.
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