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¿Eres responsable afectivamente?

PAgina Zero - relaciones afectivas

La honestidad, el respeto y la asertividad, son primordiales para sostener relaciones personales sanas y duraderas.

Para mantener relaciones interpersonales sanas, es importante mantener un equilibrio entre lo que una persona piensa y siente hacía sí mismo y hacia quienes lo rodean. Para lograrlo, es clave la responsabilidad afectiva.

Se trata de una forma de relacionarse basada en identificar, cuidar y expresar las emociones propias en la que, al mismo tiempo, se cuida la de los seres más allegados, en un plano de asertividad, empatía, respeto y límites, explicó la Mtra. Cristina Pasos, coordinadora de la Licenciatura en Psicología Clínica en CETYS Universidad Campus Mexicali.

La responsabilidad afectiva puede aplicarse en cualquier momento de las relaciones humanas, particularmente cuando se tiene que llegar a acuerdos o sentar pautas relacionales nuevas, es decir, “cuando identificamos que algo ha cambiado en nuestra forma de sentir con respecto a la convivencia con alguien más, ya sea que este cambio se dé por la búsqueda de mayor cercanía o bien, para establecer nuestras limitantes”.

Para identificar si se tiene una relación responsable afectivamente, revisa si cuenta con las siguientes características:

Se hablan desde el yo: expresan lo que cada parte observa, siente o entiende de la situación sin culpabilizar de todo a la otra parte, y asumiendo cada cual su responsabilidad en la dinámica relacional.

Hay honestidad, pero no crueldad: la base de este concepto es el cuidado, de modo que, al comunicar un mensaje, se presta atención a que este sea claro, sin intentos de manipulación y sin dañar emocionalmente al otro.

Se establecen límites y empatía: se hace el intento mutuo de ponerse en el lugar del otro, es decir, de entender que cada uno tiene necesidades diferentes, cuidando los límites personales.

Aplican estrategias para la solución de problemas: dentro de cualquier relación humana hay momentos en los que cometemos errores, sin embargo, la resolución de problemas es la habilidad de poder identificar la responsabilidad personal, disculparse y generar soluciones.

Gestionan sus emociones: la identificación y gestión emocional a nivel individual es un pilar dentro de las relaciones interpersonales cuyas personas involucradas son responsables afectivamente.

Es importante comprender que la responsabilidad afectiva no es sinónimo de hacerse cargo de las emociones de los demás, sino de ser capaz de expresar las necesidades propias siendo respetuosos con las del otro, con quien se ha decidido tener un vínculo afectivo.

Frases o mitos románticos como pensar que el amor lo puede todo, que el amor no tiene límites, o que el amor perdona todo, son ideas que dificultan la práctica de la responsabilidad afectiva y que podrían generar confusión al creer que se actúa en nombre del amor, agregó la Experta CETYS.

La docente precisó algunos puntos útiles para cultivar relaciones de forma responsable afectivamente a través de:

Autoconocimiento: identificar necesidades emocionales, así como expectativas relacionales y limitantes; que se está dispuesto a dar y qué no se quiere/puede ofrecer.

Manejo emocional: consiste en reconocer lo que se siente y aprender a comunicarlo

Comunicación asertiva: se basa en expresar las necesidades y las emociones que se tienen de forma empática, honesta y respetuosa.

La responsabilidad afectiva no tiene la intención de ser una utopía u otro mito del amor romántico; al contrario, esta forma de relacionarse puede ser aplicada en todo tipo de relaciones como la amistad, el compañerismo y en el trato con la familia, desde la conciencia del cuidado y de la comunicación congruente.

Foto: Cortesía.