La poesía no sirve para nada: Ángel Vargas
Ofreció una conferencia sobre su proceso creativo.
“¿Qué es la poesía?, es posible que sea una duda que tenga toda la vida”. Con esta frase comenzó su conferencia Ángel Vargas, basada en sus libros -dicho por él, “los más jotitos”- Límulo y Antibiótica.
“En esta semana que se celebra ser diferentes, yo decidí ser diferente a través de la literatura. Es una las decisiones que me tomó escribir poesía, como iba a plasmar lo que soy”.
Reflexionó, qué difícil fue para poetas como Carlos Pellicer, quien por muchas circunstancias no tuvo, no pudo, no decidió, evidenciar su gusto por los hombres; por lo que en sus poemas amorosos, que le hablan a una mujer, en la realidad y la práctica, les hablaba a los hombres.
Es así que, con este ejemplo, Ángel Vargas, comentó que, en su papel de escritor, decidió ser transparente y tomarlo como bandera lingüística y política, ya que cree que se puede hacer política con la literatura. Así mismo, afirmo qué a la poesía se le exige más que a otros géneros, en este sentido manifestó que, a la poesía se le exige ser más transparente.
“La poesía no sirve para nada, en efecto, sigo pensando en que no sirve para nada, pero me ha permitido llegar a ser quien realmente quería ser. Y, ese niño, ese muchachito temeroso, amanerado, que cruzaba temeroso los pasillos de la escuela, pensando que iba a ser señalado por el grupo de machitos mostrando su virilidad, ahora es un escritor con mucha más seguridad, y ahora pone en un libro las nalgas de un hombre y habla del deseo desde una voz femenina…”
Al terminar la conferencia, se realizó una lectura dramatizada y un performance denominado “Himeros y Afrodisíacos”, por parte de Leukzno y el grupo No somos ellos.
Estas actividades son parte de la Semana del Orgullo LGBTTTIQ+, que se realizó ante alumnos del Conalep y público en general -a quienes al finalizar se les regaló los libros del autor-, en el Teatro María Luisa Ocampo, en la ciudad de Chilpancingo, Guerrero, promovido por parte de la Unidad de Género de la Secretaría General de Gobierno de Guerrero y la Librería Educal, sucursal Chilpancingo.
Foto: Miguel Benítez.