Regular, no prohibir, el principio de una nueva ley de espectáculos públicos
La memoria se construye en razón de no dejar a las empresas depredadoras la memoria de nuestros espacios públicos.
“La propuesta del análisis para actualizar la Ley de Espectáculos Públicos es con el fin de permitir, regular y tomar en cuenta todo lo que no está regulado, para brindar identidad, certeza y seguridad a todos los artistas que no han sido considerados como tales, ya que ante la ilegalidad sólo se genera corrupción y privatización de los espacios públicos”, así lo consideró la diputada Ana Francis López Bayghen Patiño, al reiniciar la tercera y última jornada de las mesas de trabajo del Foro: “Rumbo a la actualización de la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos de la Ciudad de México”, la cual concluyó, se espera sea dictaminada y votada en el pleno del Congreso de la CDMX, en el primer trimestre del próximo año.
Urge cambiar una legislación que responde a intereses con una visión clasista y racista, para que responda a necesidades de un espectáculo netamente público.
Al iniciar la conversación en la Mesa 7, titulada Derechos culturales en el marco de la Ley para la Celebración de Espectáculos, Juan Carlos Bonet, director General del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales, resaltó que, “al ser considerados los derechos culturales como derechos humanos de nueva generación, las autoridades están obligadas a tutelar que éstos sean efectivos, a través de legislaciones correctas y concretas. Y al ser transversales, los espectáculos públicos, la Secretaría de Cultura de la CDMX debe ser incluida en la nueva ley, e incluso, tendría que haber un filtro por parte de ésta, para los permisos, con un consejo regulador que defina si se trata de una expresión cultural”; ya que, continuó Bonet, “los espectáculos públicos son círculos virtuosos en el tejido social y con éstos se construye la memoria e identidad de una sociedad; por ello, en razón de no dejar a las empresas depredadoras la memoria de nuestros espacios públicos, la ley debe tener una letra viva”.
Por su parte, David Mendoza, fundador de Sonido Retro, coincidió con la legisladora Ana Francis, al afirmar que “debemos reflexionar en que la cultura no se da sólo en Bellas Artes, pues hay manifestaciones artísticas que se están dando día a día en las calles de esta ciudad, y en la actual legislación no están consideradas, no obstante que hay toda una industria a su alrededor que genera también una derrama económica. Hay un sesgo discriminatorio porque se considera que su actividad no es artística o cultural, cuando cumplen con criterios dictados por la Unesco para formar parte del Patrimonio Cultural de la Humanidad, al generar identidad y sentido de pertenencia en los barrios y colonias”.
En la octava y última mesa de trabajo de este foro, denominada: Públicos y Turismo Cultural, Sergio Villegas, director de los Premios Metro; y Gustavo Suárez, de la Asociación de Críticos y Periodistas de Teatro, consideraron que es obligación del gobierno garantizar el acceso a la cultura, a la población en general; advirtiendo de la necesidad de que el teatro se ingrese a la agenda como un atractivo turístico local más en la CDMX; ya que, debido a que estos espacios están zonificados territorialmente, al concentrarse en sólo algunas alcaldías, se deben buscar políticas gubernamentales con leyes, logística, apoyos e incentivos para que las producciones teatrales puedan ir a nuevas alcaldías ya que son espectáculos presenciales y muy locales, con una estrecha derrama económica local.
A su vez, Pablo Borchi, de Music Cities Events, se refirió a los foros musicales como parte de la infraestructura de la ciudad que genera empleos y que pueden ser considerados como una innovación cultural de ecosistemas musicales locales en las políticas públicas con espacios seguros para la realización de este tipo de eventos, que incluso pueden llegar a ser una herramienta para generar enlaces entre las diversas zonas de la ciudad.
Finalmente, durante su participación, el diputado Fernando Mercado Guaida, reiteró que seguimos teniendo un ecosistema cultural que sólo permite el acceso a ciertos sectores de la población, de acuerdo a la zona en que viven, al concentrarse los espacios culturales en ciertas zonas de la capital, por lo que, dijo: “si generamos alternativas para los visitantes que les otorguen experiencias culturales, a partir de las distintas disciplinas, lograremos atraer mayor turismo, con una propuesta para democratizar el acceso de bienes y servicios culturales, pero centralizándolo en un muy buen diseño de ciudad, para lograr que la cultura llegue a ser un negocio muy rentable, que no dependa del gobierno, al contar con una adecuada estrategia comercial y una política pública adecuada”.
Para cerrar el foro, Ana Francis López Bayghen, también presidenta de la Comisión de Igualdad de Género en el Congreso capitalino, señaló que el espectáculo público también es un asunto de gobernabilidad, siendo una de las labores del gobierno el garantizar, acompañar y regular a quienes trabajan en el sector artístico, para poder ir construyendo un circuito turístico local, trabajando siempre en revertir, en este ámbito, la gran desigualdad social que existe”.
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