La integración de la IA en la educación no solo es una oportunidad para mejorar la calidad y la equidad del sistema educativo, sino una necesidad para preparar a las futuras generaciones para los retos del siglo XXI.
Se deben implementar prácticas de enseñanza que involucren a todos los estudiantes, donde participen y se comprometan, para lograr así, mejores aprendizajes.
Con la creciente competencia en el mercado laboral global, la elección del destino para realizar una maestría se ha vuelto una decisión crucial en la vida de los estudiantes.
Elegir la plataforma educativa adecuada es una decisión crítica que puede marcar la diferencia entre un progreso académico significativo y una experiencia de aprendizaje insatisfactoria.
Estudios de la UNICEF demuestran que las crisis emocionales y la depresión se manifiestan a partir de los 4 años cumplidos con desinterés en jugar, cambios de emociones, regresión del comportamiento y necesidad de estar con adultos.