700,000 microfibras por lavado: cómo reducir el impacto invisible de tu ropa

Según un informe de la Fundación Ellen MacArthur, se estima que el 35% de las microfibras plásticas que terminan en los océanos provienen de la ropa sintética que usamos a diario.
La industria de la moda no sólo dicta tendencias cada día sino que es una de las más contaminantes a nivel global. Más allá de las emisiones de carbono y el consumo hídrico, existe una amenaza silenciosa que se esconde en cada ciclo de lavado, los microplásticos. Estas diminutas partículas, invisibles a simple vista, invaden los océanos a un ritmo alarmante. Y aunque pocos lo saben, la ropa podría ser parte del problema o de la solución.
Según la Fundación Ellen MacArthur, el 35% de los microplásticos que terminan en los océanos provienen de las fibras sintéticas de la ropa que se usa a diario. "Al lavar prendas fabricadas con materiales como poliéster, nylon o acrílico, las fibras sintéticas se desprenden y son arrastradas por el agua, finalmente llegando a los océanos. Este fenómeno contribuye al aumento de los microplásticos, que son ingeridos por la fauna marina y pueden entrar en la cadena alimentaria, afectando tanto a los ecosistemas marinos como a los seres humanos", expone Aloma García Font, Country Manager de GoTrendier en México.
Según un estudio de Textile Exchange, las fibras naturales representan solo el 30% del mercado textil global, mientras que las fibras sintéticas, como el poliéster, el nylon y el acrílico, dominan el 60% de la producción.
Ante este panorama, la moda de segunda mano se posiciona como una alternativa real y efectiva para reducir el impacto ambiental del vestuario. Al reutilizar ropa ya existente, se disminuye la demanda de nuevas prendas y por ende, la producción de textiles sintéticos contaminantes, alargando la vida útil de las mismas y evitando que terminen en vertederos. Al adquirir ropa de segunda mano, reducimos la demanda de prendas nuevas, que generalmente están hechas de materiales sintéticos que liberan microplásticos al lavarlas. Según un informe de la Universidad de Plymouth, las prendas sintéticas pueden liberar hasta 700,000 microfibras por lavado.
La experta comparte 5 formas de reducir el impacto en los océanos a través de la moda, con pasos sencillos para transformar nuestros hábitos diarios:
1. Comprar ropa de segunda mano: alargar la vida útil de las prendas existentes, evita la producción de nuevas piezas sintéticas y reduce residuos textiles. En 2024, gracias a la compra y venta de ropa de segunda mano en GoTrendier, se evitaron más de 624 mil kilogramos de residuos, se ahorraron 541 millones de litros de agua (suficiente para abastecer a la población de Tijuana, Acapulco y Cancún) y se dejaron de emitir 8.922 toneladas de CO₂, siendo una muestra concreta de cómo el consumo consciente puede tener un impacto ambiental significativo.
2. Preferir materiales naturales: algodón orgánico, lino, lana o seda no sueltan microfibras plásticas al lavarse.
3. Lavar con conciencia: evita el lavado excesivo de ropa sintética y utiliza bolsas como Guppyfriend que capturan microfibras en la lavadora.
4. Reparar y reutilizar: antes de desechar una prenda, explora opciones para arreglarla o transformarla.
5. Informarse y compartir: el cambio también comienza con la educación, al hablar sobre estos temas se genera conciencia y acción colectiva.
"En GoTrendier, estamos comprometidos con la moda sostenible y la protección del medio ambiente. Nuestra plataforma promueve la compra y venta de ropa de segunda mano como una alternativa responsable frente al consumo desmedido de moda rápida, lo que contribuye a la reducción de residuos y de la contaminación por microplásticos. Además, trabajamos activamente para educar a nuestros usuarios sobre la importancia de un consumo consciente", asegura García.
Y aunque el reto es enorme, los pequeños cambios individuales pueden tener un gran impacto colectivo. Desde casa, los consumidores mexicanos pueden adoptar prácticas que reduzcan su huella ecológica en los océanos desde su forma de vestir y desde la conciencia del cambio.
Foto: Especial.