Entre el juego, los sueños y la Arteria
Se estreno la obra de Leonardo Cuesta en Acapulco.
El juego es más viejo que la cultura…presupone siempre una sociedad humana, y los animales no han esperado a que el hombre les enseñe a jugar. Los animales juegan, lo mismo que los hombres. Basta ver a unos perritos para percibir esos rasgos. Cumplen con la regla de que no hay que morder la oreja del compañero. Aparentan como si estuvieran terriblemente enfadados. Y, lo más importante, parecen gozar terriblemente esto. Así lo narra Johan Huizinga en Homo ludens.
Leonardo Cuesta ha creado un texto dramatúrgico basado en un cuento suyo, también, al que no le encontró sentido. Acaso los sueños tienen sentido. ¿Quién no ha tenido malos sueños? Se repiten, ¿Tienen sentido alguno?, vuelven una y otra vez, una y otra vez, una y otra vez.
El camino sensorial que utilizo Leo Brouwer para crear la serie La vida misma I. Homo Faber, II, Homo Sapiens y III. Homo Ludens, encaja en esta propuesta de Cuesta, para recrear los recuerdos de Antonio Kram Masip en sus sesiones psiquiátricas.
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El humano también juega, pero será capaz de morderse a sí mismo. Quizás no aparente estar terriblemente enfadado, y lo aplique para toda su existencia. ¿Lo gozará?, los recuerdos le juegan una mala pasada o solo eso, que el humano no sabe jugar. Y todo lo corrompe, con tal de ganar. Salta otra cuestión, ¿Será capaz de corromperse a sí mismo?
Composiciones continuas sin esquema aparente, ya que el lenguaje sonoro va de la mano con esas recreaciones manifestadas del ex soldado a la psiquiatra. Para finalizar con una intuición personal...de que algo está roto, como una Artería que se rompe de golpe.
Artería se presentará de forma gratuita al ser un proyecto del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos culturales (SACPC), en la sala Luis Zapata del Centro Cultural Domingo Soler.
Fotos: Miguel Benítez.