La performance donde todos los participantes han ingerido carne humana: Banquete poscolonial
Reflexionan a través de la que es considerada ya por muchos como la performance más extrema de la historia del Arte Contemporáneo.
Los artistas de la performance Omar Jerez y Julia Martínez con su nuevo trabajo artístico reflexionan a través de la que es considerada ya por muchos como la performance más extrema de la historia del Arte Contemporáneo, sobre el concepto de la colonización realizada por parte de España en el pasado sobre el actual México.
La sociedad actual se plantea si España debería de asumir algún tipo de responsabilidad institucional a través de unas disculpas públicas formalizada entre ambas naciones en un acto ceremonial. México lleva años exigiendo que el gobierno de España pida perdón por su pasado colonizador y todas las consecuencias que derivaron de ello.
Los artistas Omar Jerez y Julia Martínez presentan la performance “Banquete poscolonial”, una acción realizada en Santiago de Querétaro (México), en la que invitaron a cinco ciudadanos mexicanos para que libremente y sin censura explicaran en un vídeo (35 minutos de duración) porqué España debería pedir perdón y las secuelas que dejaron en el país llegando ciertas prácticas de ellas hasta la actualidad.
Jerez y Martínez creen que de base hay un error considerable en la palabra perdón, ya que es un término judeocristiano heredado de los españoles por la nación mexicana, por lo tanto es imposible que a través de ese concepto adquirido de los propios españoles, resulte casi imposible bajo esa premisa ese acto de reconciliación, porque tanto los que cometieron las atrocidades como los que las recibieron no están vivos para llevar ese ejercicio simbólico. Los artistas creen más en la reparación de los hechos, y la forma más sensata de reparar un daño incuestionable es volver al origen de todo y reparar a través de actos cargados desde el significado en los orígenes y esencia de la cultura prehispánica.
Es de sobra sabido por la inmensa mayoría la importancia de los sacrificios rituales en la cultura azteca y mexica, a través de los cuales establecían una conexión entre lo divino y lo humano. Omar Jerez y Julia Martínez consideran que el origen se encuentra en el momento que de forma dictatorial y por conceptos religiosos se condenan y prohíben determinados rituales, como el hecho del consumo de carne humana en el “ pozolli” y su significado sagrado, sin intentar comprender la importancia y significado en la cultura de los pueblos prehispánicos.
Los artistas en “Banquete poscolonial” organizaron un encuentro gastronómico donde todos los participantes, incluido Omar Jerez, vuelven al origen degustando y compartiendo un “pozolli” tal y como fue concebido en su significado cósmico ritual: contenía carne humana perteneciente al cuerpo de Julia Martínez. Ese sacrificio realizado por Julia Martínez es un acto de generosidad y respeto para reparar a través de un acto cargado de simbología con una base espiritual, ya que en el origen en un acto de comunión dicho plato, el “pozolli” (un guiso de maíz, verduras y carne humana proveniente de sacrificios rituales), fue ofrecido a los españoles que tras descubrir su contenido decidieron que era propio de salvajes y anticristianos prohibiéndose desde ese momento el uso de carne humana siendo cambiada por carne de cerdo dando lugar al Pozole que todos conocemos actualmente.
Los participantes de la performance no tuvieron conocimiento durante la performance realizada de que estaban comiendo pozole con carne humana (“pozolli”) del cuerpo de Julia Martínez.
Para poder reparar no debemos olvidar que el pozole con carne humana que les ofrecieron los aztecas a los españoles estaba concebido desde una base espiritual, los españoles al rechazar esta comida cometieron la primera afrenta sobre el pueblo azteca.
La reparación real es en el origen y Julia Martínez como española ha sacrificado su cuerpo para reparar lo que un día fue agraviado y eliminado por los colonizadores españoles.
Foto: Especial.