“Puerto deseo”, una reinvención radical de Un tranvía llamado Deseo

En el marco del Festival CulturaUNAM, el Teatro UNAM estrena su producción “Puerto deseo”, con dramaturgia de Mariana Giménez y Gabriela Guraieb, inspirada en el clásico Un tranvía llamado Deseo de Tennessee Williams bajo la dirección de Mariana Giménez; la obra vincula las artes escénicas con música y artes visuales y reinterpreta las complejidades de las relaciones humanas y los sistemas de poder que permean la vida cotidiana; estará en temporada en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón a partir del 3 de octubre.

El equipo creativo trabajó este proyecto durante más de cinco años con el objetivo de abordar temas actuales, como los esquemas cerrados de una sociedad capitalista y patriarcal, a raíz de la propuesta de Isabel Toledo y Pablo Marín: “Me interesaba mucho la mirada sobre la libertad de expresión y cómo en un mundo que exige productividad, lo que ofrece es precariedad. Eso genera un conflicto profundo cuando el sistema no permite espacios para lo distinto o lo que se sale de la norma”; compartió la directora Mariana Giménez.

La obra de Tennessee Williams, que explora temas de deseo, fragilidad y poder, se actualiza en “Puerto deseo” con una narrativa inclusiva y contemporánea. Se sitúa en México en los años 80, una época marcada por el inminente estallido de la crisis del VIH junto con la discriminación, el terror y el estigma. Blanche es un hombre homosexual, maestro de literatura que trae una revolución del mar del sureste; mientras que su cuñado es un español con un aire anarquista.

“Cuando el mundo no es un lugar hospitalario, se transforma en uno hostil, y eso se refleja en los círculos íntimos: en la pareja y la familia. ‘Puerto deseo’ cuestiona por qué destruimos lo que amamos, y cómo los lugares donde debería existir el cuidado y el amor se convierten en espacios de violencia”, detalla la directora.

El elenco de “Puerto deseo” está integrado por Pablo Marín en el papel de Mariano (equivalente a Blanche DuBois en el original), Vero Bravo como Isabel (Stella) y Cristian Magaloni en el rol de Pau (inspirado en Stanley Kowalski). El personaje de Ramiro (Mitchell) es interpretado por Álex Gesso; además se incorporaron personajes que no aparecen en la obra de Williams, pero aportan otras perspectivas, a cargo de Sunem Cedillo, Natanael Ríos y Santiago Alfaro.

Por su parte, la dirección musical a cargo de Miguel Tercero desempeña un papel fundamental en la obra, contraponiendo dos estilos que, en principio, parecen incompatibles: el bolero que apasiona a Mariano y el anarcopunk, género que toca la banda musical de Pau. Mariana Giménez explica que el verdadero desafío radica en encontrar puntos de encuentro en la divergencia, subrayando que ésta no implica necesariamente antagonismo, sino más bien una oportunidad para enriquecer nuestra comprensión del mundo.

“Para Pau la fuerza de la palabra y la poesía del revolucionario Ricardo Flores Magón es el vehículo para expresar a través de una banda anarcopunk y ese experimento me pareció fascinante, el espíritu anarquista revolucionario idealista se expresa a la perfección en esa combinación osada.

Era necesario que Kowalski no fuera un antagonista cruel, indiferente, sino al contrario, un hombre idealista que viene de un desencanto porque generalmente las violencias de las intimidades tienen que ver con el mundo donde vivimos, con lo que exige la sociedad”, precisa.

El diseño escénico, creado por Alita Escobedo y Mario Marín del Río, es una casa okupa en donde se instalan Isabel y Pau, pareja que acoge a sus amigos como una especie de familia por elección y en donde viven de forma precaria. En este lugar están todos los instrumentos de la banda y al mismo tiempo hay un taller mecánico en el que están arreglando un “vocho”.

Ahí, comen, bailan, tocan, cantan y viven una serie de situaciones que crean en esa comunidad que Mariano llega a revolucionar. Además, Escobedo realiza el diseño de iluminación y del Río el diseño de vestuario. La asesoría corporal está a cargo de Luis Arturo Rodríguez y Julián Reyes Botello asiste en la dirección. “Puerto deseo” comparte la historia de Mariano, un joven artista en crisis que llega a la vecindad en donde vive su hermana Isabel, quien está esperando un hijo de su esposo Pau.

La llegada de Mariano altera el ambiente del lugar, inyectando una atmósfera festiva y transformadora; sin embargo, este cambio provoca que Pau, a quien sus amigos siguen incondicionalmente, vea amenazada su autoridad y desencadene una espiral de violencia.

La obra se presenta del 3 de octubre al 24 de noviembre en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón, con funciones los jueves, viernes y sábados a las 19:00 horas y domingos a las 18:00 horas.

Foto: Cortesía | Teatro UNAM | José Jorge Carreón.