Teatro, música clásica, hip hop y mensajes a la tierra en el segundo fin de semana del Cervantino
Con las presentaciones del proyecto Resilientes comcaac, Concrete Temple Theatrey el Ensamble Mik Nawooj.
Termina segundo fin de semana del Cervantino
Con las presentaciones del proyecto Resilientes comcaac, Concrete Temple Theatrey el Ensamble Mik Nawooj.
Los sentimientos como lenguaje universal se mostraron en toda su expresión durante el concierto de Zara Monrroy, como parte de su presentación en el segundo fin de semana del Festival Internacional Cervantino (FIC). La cantautora sonorense, proveniente de la comunidad comca'ac, le rindió un tributo a su cultura a través de canciones en lengua seri que hacen resonancia al cuidado del planeta como muestra de amor y respeto.
El concierto de la “gente de la tierra” inició con un ritual protagonizado por Monrroy, en el pandero, y Brenda Cabrera, en el palo de lluvia, un instrumento que imitaba el choque de las olas en la costa. Este primer segmento estuvo dedicado al canto de los abuelos, que como parte de la tradición sonorense se realiza durante ceremonias dedicadas a sus ancestros.
Después, interpretaron fusiones musicales ingeniosas hechas por la propia artista, en las que se conjugó la música ambiental, electrónica, reggae, funk, entre otros géneros. Todo esto mientras Monrroy recitaba poesía en español e interrumpía con fraseos bien delineados de rap en su idioma.
“Por eso somos resilientes, porque nuestra vida se transforma”, declamó la sonorense. Zara Monrroy, acompañada de las cantautoras y poetas Brianda Romero y Brenda Cabrera. Finalizó su participación en el FIC 51 con la fusión ecléctica de Corazón, El día bonito y otras canciones de su repertorio, incluyendo una cumbia que puso a todos a aplaudir de pie.
¿Cómo miran los animales a los humanos? Esta es una de las interrogantes planteadas en PACKRAT, una obra de Concrete Temple Theatre que invita a reflexionar sobre la interacción humana con el entorno natural. La compañía estadounidense llegó por primera vez al FIC para presentar uno de sus trabajos más recientes en el Teatro Cervantes, a partir de una adaptación de la novela clásica La Colina de Watership, de Richard Adams.
La historia cuenta la vida de Kike, un ratón acumulador, también conocido como “La rata cambalachera”, con una fascinación por los objetos de uso humano. Esta afición se convierte en su propia fatalidad, al provocar un incendio que pone en peligro a los habitantes de la comunidad.
La compañía incorporó elementos del teatro, títeres, música y artes visuales para crear una experiencia multidisciplinaria con enfoque social y dirigir la mirada del espectador hacia la fragilidad de la tierra.
Como resultado, el público fue partícipe de un espectáculo emotivo, con seres hechos a base de materiales reciclados.
“Debemos salvar a los animales de los humanos”, mencionaron los ratones en escena, quienes al final de la función invitaron a los asistentes a una convivencia para la toma de fotografías.
Sampling, una combinación poderosa de ritmo e innovación Lo que inició como una protesta hacia la música clásica se convirtió en uno de los proyectos más innovadores de la escena musical. El Ensamble Mik Nawooj (EMN) Hip-Hop and Orchestra Experience trajo a México un espectáculo en colaboración con la Orquesta Escuela Jóvenes Líderes, el cual se ganó la admiración y los aplausos del público la noche del domingo.
“Todo empezó con algo que no esperaba al hacer música hace 15 años. Creía que los estilos clásicos no transmitían a la gente, quería protestar en contra de eso. Al empezar pasaron dos cosas, primero los maestros lo odiaron, pero al público le encantó. Me adentré en el hip-hop y para entonces sabía que podía crear lo que fuera con la música”.
“Tomé esas herramientas clásicas para hacer hip-hop, pero lo clásico dejó de ser clásico y el hip-hop también dejó de serlo. Fue entonces cuando me di cuenta que estaba creando algo completamente nuevo”, compartió el director artístico de EMN, JooWan Kim.
Fue así como nació el método sampling, una metodología con la que cada persona puede crear a su manera. Ésta ha sido difundida por JooWan a lo largo de su carrera con el objetivo de posibilitar nuevas formas de creación, ya que, en sus palabras “el principio está en todos lados”.
La agrupación estadounidense hizo vibrar a la Alhóndiga de Granaditas con la fusión poderosa de hip-hop, música clásica y break dance. El programa incluyó composiciones del propio Nawooj, entre las que se incluyeron tres deconstrucciones de las obras de Mozart, Beethoven y Bach. A lo largo del concierto, el director agradeció el recibimiento del público mexicano y compartió algunas palabras que reforzaron el mensaje de paz y amor que intenta difundir a través de su propuesta musical.
Por su parte, la pianista ruso-armenia Eva Gevorgyan demostró su capacidad técnica e interpretativa en el concierto para piano No. 2 de Rachmaninov, que impactó con energía tras su llegada al Teatro Juárez.
Vestida con un hermoso vestido dorado, la artista completó la saga de los cuatro conciertos para piano del maestro ruso, en compañía de la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato (OSUG). Con esto se sumaron a las actividades por el 150 aniversario del natalicio y los 80 años de su muerte de Rachmaninov.
La segunda parte de la noche estuvo protagonizada por el Concierto para piano y orquesta núm. 4 en sol menor, Op. 40, una pieza de gran complejidad con elementos líricos que contrastaron con la tensión musical en diferentes momentos. Al final de su participación, el público se puso de pie para agradecer con una lluvia de aplausos la interpretación de estos grandes artistas.
Foto: Cortesía | Leopoldo Smith.