Anna Cepinska en enfoca en lo emocional e intelectual más que en la belleza
Participa en la cinta Lecciones de otoño, dirigida por R. Ellis Frazier.
Después de haber sido portadora del Título de Miss World Venezuela en 1996, representando al estado de Nueva Esparta de ese país, colocándola en el Top 5 del certamen, Anna Cepinska fue directa al afirmar que, más allá de conservar la belleza y porte físico cuando llegue a la tercera edad, lo que prefiere ahora es alimentar la parte emocional e intelectual y así alcanzar la paz mental y espiritual que esa edad requiere para vivir una vejez plena.
Logrando ser un mejor ser humano, la también actriz precisó que se puede tener en lo personal un envejecimiento “bonito”, pues aseguró que “para las canas existe el tinte, pues no podemos detener el tiempo”.
Lo anterior surgió a colación de su más reciente intervención cinematográfica, a través de la película Lecciones de otoño, bajo la dirección de R. Ellis Frazier; basada en la novela homónima, escrita por el también productor del proyecto Iván Eduardo Lópezcampos, cuyo estreno comercial o en plataformas se tiene pensado llevar a cabo a finales de este año.
Dicha llegada a la gran pantalla será después de que se presente en diversos festivales nacionales e internacionales.
El tema principal de Lecciones de otoño, en la que comparte créditos con Miguel Pizarro; Mateo Chávez; Guillermo Iván; Evangelina Martínez; Andrea Portugal; Nicola Mayer; y José Luis Ordoñez, gira alrededor de la manera en que hoy en día son tratadas las personas que se encuentran en la tercera edad.
Esto se narra a través de la mirada de Alfonso Aldaz Iglesias, un anciano abandonado por su familia y la sociedad quien, en su departamento en Madrid, España, espera impaciente a la muerte. No obstante, quien aparece es otro visitante que cambiará sus planes y vida.
Actriz de películas, series y telenovelas, como Mirreyes vs Godínez; La Guzmán; Rosario Tijeras; y Libre para amarte, entre otras, Anna Cepinska reconoció que el haber obtenido el crédito como la mujer más bella del mundo, ha sido en parte contraproducente, pues esto para muchos significa que no tiene otras cualidades como ser humano.
“Grosso modo si te ayuda, porque te pone un poco más en la visión ante los demás. Pero también existe ese estigma de que las participantes no saben hacer otra cosa que ser bonitas. Pero creo que hoy en día esto ha evolucionado.
“Si embargo cuando yo concursé, que fue hace casi 30 años, esto estaba todavía más marcado y se decía que las mujeres que eran bonitas eran también tontas.
“Entonces el ser Reina de belleza era una carta de presentación, pero si querías hacer otro tipo de proyecto, no creían que fueras capaz de hacerlo y si estabas ahí era porque eras una aprovechada o trepadora.
“Después de dejar la corna me tocó picar piedra igual que todos para demostrar que, más que solo ser bonita sabía hacer muchas cosas más”, concluyó.
Foto: Cortesía.