Crear esperanza a través de la acción, tarea de todos para prevenir el suicidio
Para algunos sectores de la población el tema es un tabú que pareciera que si no se nombra no existe, lo cual imposibilita que sus miembros puedan acceder a los programas de ayuda y prevención, alerta Experta CETYS.
Desde el 2003, cada 10 de septiembre la Asociación Internacional para la Prevención del Suicidio (IASP por sus siglas inglés), avalada por la Organización Mundial de la Salud (OMS), encabeza distintas acciones encaminadas a generar una cultura de prevención en torno al suicidio.
Este 2022, el tema del Día Mundial para la Prevención del Suicidio es crear esperanza a través de la acción. “La idea plasmada en esta propuesta implica la participación y corresponsabilidad de todos como sociedad con las acciones necesarias para crear conciencia sobre esta situación y disminuir con ello los casos de fallecimiento por lesiones auto infligidas”, señaló la Mtra. Ivon Guerrero Ceballos, directora de la Escuela de Psicología de CETYS Universidad Campus Mexicali.
Uno de los objetivos planteados por esta conmemoración, añadió, implica la puesta en marcha de campañas para destacar la relevancia de la salud mental y la sensibilización de los distintos actores ante la ideación suicida y las autolesiones.
“Si bien, conocemos de la existencia de programas permanentes de atención a la salud mental, es relevante que se dedique un día para escuchar las historias y vivencias de aquellos que en algún momento han experimentado esta situación y se difundan aquellos espacios en los que pueden encontrar apoyo”.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en septiembre del 2020 se contabilizaron 7 mil 818 muertes atribuidas a suicidios, lo cual representó el 0.7% del total de fallecimientos en México durante ese año. Dentro de estas muertes, el grupo de jóvenes entre 18 y 29 años es el que presenta una mayor tasa (10.7 decesos por cada 100 mil jóvenes). Resulta también preocupante que del grupo de población de 10 años y más, el 5% alguna vez ha pensado en suicidarse.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) menciona que en la Región de las Américas, 97 mil 339 personas murieron por suicidio y estima que cerca de 2 millones de personas llegaron a intentarlo, de ahí la importancia de trabajar en conjunto para llegar a quienes contemplan la idea de la muerte como deseable o que llevan a cabo conductas autodestructivas para, tal como indica el tema de este año, crear esperanza a través de la acción.
“Al hablar de la prevención del suicidio, sería importante considerar que para algunos sectores de la población este todavía resulta un tema tabú; la consigna pareciera ser que si no se nombra no existe, lo cual imposibilita que sus miembros puedan acceder a los programas de ayuda y prevención”, alertó la especialista.
En este contexto, es imprescindible pensar en los espacios necesarios para abordar la problemática y se quite de ella cualquier estigma, pues hablar sobre el suicidio ya es una forma de hacer prevención.
¿Qué lleva a una persona a considerar el suicidio?
La suma de situaciones que se perciben complicadas o enfrentarse a un evento traumático; e incluso la combinación de ambos casos, puede generar en la persona vulnerable la idea de atentar contra sí misma. Incluso, para quienes le rodean a veces es imposible identificar claramente una causa, resultando sorpresivo el tener conocimiento de que alguien cercano presenta conductas autodestructivas o que manifiesta en sus conversaciones que contempla la idea del suicidio.
¿Qué hacer en esos casos?
Escuchar a la persona sin juzgarla.
No minimizar lo que siente la persona.
Respetar sus momentos de silencio.
Preguntar si está pensando en el suicidio.
Invitarle a contactar a un profesional o línea de ayuda.
Acompañarle en el proceso.
“Tenemos una tarea diaria respecto a la prevención y atención del riesgo suicida, no está de más conocer las líneas telefónicas o chats de apoyo en casos de crisis, ubicar los centros especializados de atención psicológica y los números de emergencia. Un mensaje a tiempo puede ser una vida de diferencia”, concluyó la directora.
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