La compañía francesa Compagnie Vivons! presentará Never Twenty One en el Cervantino
Incorporan códigos visuales que al conjuntarse con la danza configuran lenguajes fuera de lo establecido.
La danza es un motivo para plasmar imágenes en el espacio. Una línea, un color o una emoción, cualquier elemento puede ser la base para la construcción de una pieza dancística. Bajo este precepto el bailarín, coreógrafo y artista plástico Smaïl Kanouté rompe con los límites entre la vida y el arte.
La Compagnie Vivons! surgió en 2016 como un proyecto que teje los hilos de lo humano mediante lo artístico. Sus obras —con presencia en escenarios de Brasil, Malí, Italia, Grecia, Países Bajos, Suecia, Reino Unido, Canadá— se caracterizan por la incorporación de códigos visuales que al conjuntarse con la danza configuran lenguajes fuera de lo establecido.
Estas han sido apoyadas por instituciones culturales europeas como: El Cent Quatre, Institut du Monde Arabe, Ateliers Médicis, Palais de la Porte Dorée, entre otros.
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Sus procesos de creación parten de una investigación del entorno social que indagan la identidad individual, el sincretismo cultural y los orígenes de cada cuerpo. Como muestra está Never Twenty One, un tributo a las víctimas de guerra de los barrios de Nueva York, Río y Johannesburgo que perdieron la vida antes de los 21 años.
Esta pieza aborda el desarrollo de las comunidades de raza negra en distintos momentos y lugares, las condiciones de violencia a las que se enfrentan continuamente y la persistencia de los ritos ancestrales como reafirmadores de identidad.
Foto: Cortesía | Mark Maborough.
