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La dieta como escudo para prevenir el cáncer de próstata

prostata

Modificar el estilo de vida y de alimentación podrán retardar o evitar la aparición de este padecimiento que anualmente diagnostican a 200 mil mexicanos.

En México se estima que anualmente 200 mil hombres serán diagnosticados con cáncer de próstata. Este padecimiento se encuentra entre las primeras cinco causas de muerte a nivel mundial, por lo que es un tema de salud pública muy relevante.

Este tipo de cáncer ocurre cuando células malignas comienzan a expandirse sin control en los tejidos de la próstata y aunque las causan no se conocen del todo, la evidencia demuestra que existen algunos factores que pueden incrementar el riesgo de padecerlo, como la edad, ya que puede aparecer en hombres mayores a 45 años y a mayor edad existe mayor riesgo de padecerlo y si existen antecedentes familiares de cáncer de próstata en hermanos o papá.

Existen otros factores que son modificables y se basan en realizar cambios del estilo de vida, disminuir el sedentarismo, evitar exposiciones al humo del tabaco y realizar ajustes en la alimentación. Tomar estas medidas a tiempo puede permitir disminuir el riesgo de que los hombres padezcan este tipo de cáncer.

El exceso de grasa corporal se conoce como obesidad y esta ocurre cuando se ingiere mayor cantidad de calorías de las que el cuerpo requiere para sus actividades diarias. La obesidad causa alteraciones hormonales e inflamación de las células del cuerpo por lo que se asocia a la aparición de varios tipos de cáncer incluyendo el de próstata.

Se recomienda disminuir la cantidad de grasas saturadas que se ingieren diariamente, por lo que es importante limitar el consumo de margarina, mantequilla, carnes rojas, alimentos procesados y alimentos fritos. En su lugar se sugiere adicionar a los alimentos jugo de limón, vinagre balsámico o hierbas, elegir cortes magros como pollo o pavo sin piel, incluir frijoles, lentejas y garbanzos como alimentos fuentes de proteína y preparar alimentos horneados, asados o al vapor.

El impacto de los productos lácteos ha sido investigado con mucha profundidad en los últimos años y hasta el momento se ha concluido que por su gran aporte de proteínas y calcio se recomienda continuar su consumo, sin embargo, es necesario incluir únicamente leche, yogures y quesos bajos en grasa.

El consumo diario de bebidas con azúcar juega un papel importante en la aparición y agravamiento del crecimiento excesivo de las células malignas que dan origen al cáncer de próstata, pues se recomienda evitar el consumo de jugos, refrescos y cualquier tipo de bebidas azucaradas y sustituirse con agua simple para evitar incrementar el riesgo de padecer dicha enfermedad.

La vitamina A está presente en huevos, brócoli, zanahorias, espinacas y muchos otros alimentos de origen animal y vegetal. Estudios recientes sugieren que se debe mantener un consumo constante de jitomate, pues los licopenos que contienen funcionan como antioxidantes y previenen la aparición del cáncer de próstata.

El consumo de alcohol también puede aumentar el riesgo de que el cáncer de próstata ocurra, ya que cuando se bebe alcohol se daña el ADN y esto puede ocasionar que las células crezcan sin control y puede comenzar el sobrecrecimiento de células malignas. Se recomienda comenzar por beber menos alcohol u optar por no hacerlo.

La actividad física juega un papel muy importante para evitar el crecimiento de células malignas, por lo que se recomienda realizar más de 150 minutos de actividad física a la semana.

Modificar el estilo de vida y las elecciones alimentarias como incrementar el consumo de verduras en la dieta, limitar el consumo de alimentos de carnes rojas a máximo tres veces por semana, preferir alimentos de mejor calidad como leguminosas y pescados, podrán formar el escudo protector para retardar o evitar la aparición del cáncer de próstata. Cuidar lo que comemos hoy, marca la diferencia para un futuro más saludable.

Por Monserrat Rodríguez León, académica de la UAG.

Foto: Especial.