Micelio | Las hifas del hongo que pueden sustituir al plástico
Por años, las setas han sido usadas en la cocina internacional como acompañantes de muchos platillos. Pero los beneficios y bondades de estas, no son solamente culinarias. Los hongos, como sustituto al plástico, es un tema cada vez más popular entre las alternativas de material biodegradable.
Son muchos los negocios que han nacido utilizando el micelio, el aparato vegetativo de los hongos, como materia prima. Sobre todo, las empresas ecológicas que promueven el bioplástico como material del futuro.
Pero, ¿qué es el micelio y en dónde se encuentra? Cuando hablamos de hongos, es fácil imaginar la forma de estos, la parte aérea que es el cuerpo fructífero. Pero estos están compuestos de una parte vegetativa que está debajo de la tierra, a la cual se le llama micelio y que es todo el sistema de las raíces.
El micelio está compuesto por finos tejidos que parecen hilos, llamados hifas, que en conjunto son un soporte vital para el hongo, es decir, la parte esencial de todo su sistema.
Estas hifas se extienden hasta el suelo u otras superficies como la madera, material vegetal, entre otros, para recoger agua y nutrientes y llevarlos de vuelta al núcleo. Por consiguiente, sin estas, el ciclo de vida del hongo no existiría.
Los micelios forman una red subterránea que, además de servir de alimento para los hongos en la superficie, le permiten comunicarse con otras plantas que están en el bosque para intercambiar nutrientes y azúcares.
Esta simbiosis o interconectividad, garantiza no solamente el desarrollo del hongo, también su salud y la del ecosistema a su alrededor. Es un sistema vivo que abunda en el planeta y dependiendo de las condiciones ambientales en la que se dé, tendrá un crecimiento rápido o lento.
¿Pueden ser usados los hongos como sustituto del plástico?
De acuerdo con varias investigaciones, el micelio, es un sustituto perfecto para el plástico, y un material de construcción y aislamiento para emplear en un futuro. La primera propuesta sobre esta posibilidad, la desarrollaron Gavin McIntyre y Eben Bayer de la empresa estadounidense Ecovative Design.
Ellos exponen que los micelios logran cohesionar cualquier material blando en el que puedan crecer, rellenando los espacios huecos del lugar en el que se introduzca, como lo haría el pegamento.
El resultado de esto, sería una mezcla de micelio resistente que sirve de aislante como el mismo poliuretano. Pero la diferencia destacable del micelio, es que es completamente biodegradable.
El micelio es un material bio-contribuyente increíble Además de biodegradable, el micelio también es un material bio-contribuyente. En lugar de descomponerse en microesferas que dañan el ambiente y al hábitat marina, los materiales hechos con base en el micelio se descomponen en nutrientes que son útiles para el suelo.
Por esto, es considerado una fuerte alternativa a las espumas plásticas que se basan en poliestireno. En la actualidad, se generan aproximadamente 2010 millones de toneladas de residuos sólidos al año. En donde el plástico abarca un 12% de los residuos globales.
Por suerte, para nuestro futuro, el micelio contribuye biológicamente al suelo, y es un organismo completamente compostable en el hogar. Sumado a esto, requiere menos energía que la que se necesita para la elaboración del cartón y el plástico.
La tecnología del hongo que sustituye al plástico
La tecnología del micelio tiene un enfoque diferente a lo que conocemos hasta ahora. El proceso de su producción se inicia con el reciclaje de las fibras naturales de cultivos que los agricultores ya no necesitan, por ejemplo, la cáscara de maíz. Produciendo un sustituto para el plástico que es respetuoso con el medio ambiente.
Es como un pegamento vivo que emplea el mismo proceso natural de descomposición de fibras naturales, formando una red característica de hifas que se pueden moldear y dirigir en diversos tipos de envases de productos.
Gracias a su rápido crecimiento, el proceso de elaboración dura aproximadamente una semana y se hace dentro de un sistema de cultivo vertical ambientalmente controlado. Al final, lo que se obtiene es un material ligero y duradero que es resistente tanto a la humedad como al fuego. Y lo más positivo de todo, es que se puede reciclar.
La demanda del micelio en el mercado, como sustituto al plástico. En el mercado ya se encuentran diversos productos creados con micelio. Una de sus versiones más populares hasta ahora, es la de paquetes de embalaje creada por Ecovative Design. Un producto que proporciona aislamiento térmico y se puede descomponer en unos 45 días.
Debido a que el uso de material ecológico sigue en aumento y el micelio es uno de los materiales más resistentes y confiables, se ha convertido en la opción comercial más atractiva. Su producción genera 90% menos dióxido de carbono y usa solo un 12% de la energía que la producción de envases plásticos.
Al utilizarlo como materia prima en los sectores urbanizados, se han logrado generar nuevos nichos y micronichos de mercado. En donde la espuma de micelio es la base de fabricación de productos útiles como calzado, ropa, cuero sin animales, carne vegetal, y más.
Convirtiéndose en un material capaz de competir con cualquier otro, pero con costos de producción mucho más rentables. Además, tiene como ventaja que su fabricación depende de los desechos agrícolas, los cuales siempre están presentes en el mundo.
El micelio es el plástico del futuro
Es bien sabido por todos, que el plástico sintético demora años en descomponerse, también que tiene un impacto negativo en los océanos y al descomponerse es nocivo para el suelo. Esto justifica la búsqueda de alternativas biodegradables para crear una nueva era del plástico. Y con el micelio, esa era ya está aquí.
El micelio es útil, no solamente para empacar productos o producir envases, también lo es para hacer materiales de construcción, en donde supera los índices de aislamiento térmico y acústico, comparado con los materiales de plástico y petroquímicos.
Se está estudiando, cómo las casas hechas con ladrillos ecológicos basados en las hifas del hongo podrían ser un arma contra el cambio climático y la reducción de contaminación en la tierra.
Aunque todo esto se encuentra en fase inicial, ya se han comprobado los beneficios de los hongos como sustituto al plástico y de materiales de construcción para el futuro. Asimismo, que la misma naturaleza nos ayudará a salvarla del impacto que hemos generado por años en el planeta.
Por el momento, aún debemos seguir aprendiendo y difundiendo los beneficios y las bondades de las setas. Gracias a la empresa latinoamericana Mycel Bridge, la cual tiene alta presencia digital, como una agencia enfocada en el Reino Fungi, hoy en día podemos aprender más sobre las alternativas de restauración ecológica que tenemos como sociedad. Y mejorar las oportunidades competitivas en el mercado relacionado con los hongos.
Por: Aiskel Colina
Foto: ecovative.